La Dirección General de Tráfico ha comenzado a realizar inspecciones técnicas en carretera a camiones y furgonetas a través de cinco unidades móviles de ITV que se desplazarán por toda España excepto Cataluña y País Vasco. Si inspección arroja deficiencias en el mantenimiento de los vehículos el resultado puede ser una infracción grave o muy grave, con una sanción de hasta 500 euros para el titular del vehículo. Incluso puede inmovilizarse el vehículo hasta su reparación y con la obligación posterior de someter el vehículo a comprobación en una estación ITV fija.
Con una previsión que alcanza las 12.000 inspecciones en carretera al año, la medida atiende la Directiva 2014/47/UE del Parlamento Europeo, que apunta que a efectos de seguridad vial y protección del medio ambiente, la inspección técnica periódica de los vehículos industriales no es suficiente.
Desde la DGT explican que el año pasado el 9% de las furgonetas y el 4% de los camiones implicados en accidentes con víctimas en vías interurbanas tenían la ITV caducada en el momento del accidente. La sanción por circular con un vehículo sin haber pasado la ITV o por haber resultado desfavorable es de 200 euros y de 500 por circular cuando la inspección resultó negativa. En 2015, el 23% de los camiones presentados a la inspección técnica periódica (ITV) obtuvo el resultado de desfavorable.
Las unidades móviles de ITV que ya se encuentran a pleno rendimiento por nuestras carreteras a la búsqueda de camiones y furgonetas con un mantenimiento deficiente cuentan con equipamiento técnico suficiente (báscula de 18 toneladas por eje, frenómetro para medir las fuerzas de frenado, cámara termográfica, medidor especial de faros, detector de holguras en la dirección y suspensión, cámara para inspeccionar las partes inferiores de los camiones, analizador de gases…) para comprobar la identificación, el correcto estado del sistema de frenado, la dirección, visibilidad del conductor, equipo de iluminación y sistema eléctrico, ejes, ruedas, neumáticos y suspensión, chasis, emisiones contaminantes y demás equipos.
Los citados controles los lleva a cabo la Dirección General de Tráfico GT a través de los agentes de Tráfico de la Guardia Civil que son los encargados de parar a los vehículos para que posteriormente personal autorizado y acreditado realice las correspondientes inspecciones.
La puesta en marcha de estas inspecciones técnicas en carretera coincide en el tiempo con la campaña de control de vehículos destinados al transporte de mercancías y personas (Operación Truck and Bus) que la organización Internacional de Policías de Tráfico (Tispol) mantiene operativa hasta el 16 de octubre. Desde la DGT no dudan en recordar que tanto camiones como autobuses estuvieron involucrados en un 18% de los accidentes con víctimas el año pasado si bien, como suele ser habitual, en este dato no se añade ninguna valoración sobre el vehículo causante del siniestro.